martes, 17 de julio de 2012

“Mis palabras de martes”

La primera vez que subí una entrada a Palabras de Martes solo escogí de entre algunas memorias que ya había plasmado en los archivos de mi computadora. De esto, en un par de días más, será un año, durante este año puedo decir que he experimentado de todo y lo he hecho de muchas maneras; algunas veces el escrito viene justo cuando hay personas enfrente de mí, que me hacían preguntas y, por tanto, batallaba más para concentrarme, otras veces en la santa paz de la noche y otras en la ruidosa tarde de los martes.

Los lugares han influido en Palabras de Martes, algunas veces el escrito se ha hecho entre los cerros de Santiago, otras veces desde mi oficina incluso en alguna ocasión desde la antigua Guatemala. Los lugares suelen afectar en los escritos pues, las condiciones del lugar facilitan o dificultan la concentración para escribir. Los tiempos son importantes para escribir, así como los estados de ánimo. Hay ocasiones en el que me he sentido seco y que nada viene a mi mente, en ocasiones recurro a los evangelios, o a las memorias ya escritas pero es tanta la sequedad que no me atrevo ni siquiera a subir la entrada.

Debo decir que en los últimos meses he estado tentado a dejar de escribir; porque escribir no ha sido fácil. Aun cuando siempre ha habido personas que me motivan a seguir, algunos que me han hecho correcciones a mis lienzos y otros tantos que simplemente me otorgan su silencio; nuevamente lo vuelvo hacer; pues aunque sé que no soy bueno en esto y que mi pluma debe afinar su punto y el tintero recargarse con tinta más pulcra, siempre me es grato plasmar lo que siento, lo que pienso, lo que soy, lo que admiro, lo que vivo.

En cierta parte siento un innegable espíritu de paternidad, de energía creadora en cada escrito que elaboro. Cuando me preguntan cómo he escrito ciertos artículos, nunca sé que contestar; como decir que entran en juego la nostalgia, la imaginación, el gozo, la emoción, el conocimiento, el recuerdo, entre otros tantos sentimientos; estos solo giran en mi cabeza y hasta que no son plasmados tengo la certeza de que me he afianzado en mí mismo. Pues han creado para mí una vez más el ejercicio de la recreación… Sí, escribo más para mí que para que otro me lea.

Muchos me han sugerido algunos temas, que aun traigo en mis pensamientos pero que la documentación y la reflexión no han sido buenas y no me atrevo a plasmarlas. A todos ellos solo puedo decirles que se animen a dejar que sus dedos expresen en lápiz y papel lo que su espíritu con inquietud persigue.

Durante este camino recorrido, me motivan otras plumas contemporáneas que también buscan pincelar lo que su espíritu les dicte, en concreto Rodo, Nacho, Demian, con sus diferentes entradas. Escritores, novelistas, ensayistas, pastores han sido motivación y escuela para seguir dejando que el mi espíritu corra libre.

Palabras de Martes es el lugar donde puedo dejar que fluyan, muchas veces con temor, ciertas ideas, reflexiones, vivencias, cotidianeidades, etc. Ojala que las cosas pasadas siempre me ayuden a poder ver hacia adelante para caminar en mi presente.

martes, 10 de julio de 2012

“Celos dije, No es Amor”

Comúnmente se denomina CELOS a la sospecha o inquietud ante la posibilidad de que la persona amada nos reste atención en favor de otra. También se conoce así, al sentimiento de envidia hacia el éxito o posesión de otra persona.



Tal vez en más de una ocasión hemos podido observar personas que están en conflicto consigo mismo o con alguien por la cuestión de los celos. Regularmente el que experimenta este sentimiento, se ve envuelto en dudas, corajes, decepciones, desilusiones, malentendidos, tristeza y en ocasiones hasta ‘odio hacia alguien o algo que se ama’ además de infelicidad. La mayoría de las personas que consulté antes de escribir este brevísimo articulillo, al preguntarles sobre qué eran los celos, me hacían referencia a las parejas de novios o esposos en su libertad para manifestar el cariño hacia las otras personas. Pero solo muy poca gente me hacía referencia a otras manifestaciones de este sentimiento. Así que intentaré citar algunos de las expresiones en las que se refleja la existencia de los celos: Existen celos laborales, celos entre amistades, celos de esposos, celos entre hermanos, entre otros tantos más.



Es muy común ver como los celos causan en la persona una especie de frustración y de inseguridad, pues en la mayor parte de los casos, la persona celosa siente posesión de la amistad y el dialogo con otra y, cuando esta segunda entra en relación con una tercera, la persona celosa se siente amenazada y, engendra para sí sentimientos de tristeza y frustración al erróneamente sentirse ella misma ignorada por la segunda. Así tenemos algunos casos:



-          La mamá que siente celos de su nuera porque su hijo ha dicho algún elogió a la comida de su esposa.

-          El niño que siente celos de su hermanito recién nacido porque sus papás le ponen más atención al pequeño que a él.

-          El empleado que tiene muchos años en la empresa, que ve con desagrado que premien a uno que tiene menos tiempo laborando y mientras que él no.

-          La esposa que está celosa de su suegra porque el esposo de la primera le presta atención a su madre.

-          El amigo o amiga que siente celos porque su mejor amigo(a) ha iniciado un proceso de noviazgo o de amistad con alguien.



También debo decir que he descubierto personas que cuando se les platica sobre otras personas situándolos como  mejores amigos o con un amor preferencial, aquellos con quienes se platica, en ocasiones no son tan maduros para aceptar que una persona puede tener mayor amistad o amor con otros que con el que se está platicando, o en el peor de los casos se molesta porque él no es el único que goza de la amistad, y se causa así mismo el resentimiento y su propia exclusión.



En la misma Sagrada Escritura se nos narra cómo Caín mata Abel al sentir celos, pues el Señor había mirado con agrado la ofrenda de Abel. “Y Caín se mostró muy resentido” –dice la Escritura. ¿Qué tan grave es tener celos puesto que Caín es movido por ellos a matar a su propio hermano? Regularmente el hombre que tiene celos esta inhibido de su libertad de amar y más aún busca apresar e inhibir a los demás en su relación con otros.



También hay que decir que existen personas que les gusta ser celadas por otras, pues solo así se sienten amadas e importantes; pero cabe resaltar que también estas han perdido su libertad pues son esclavas de la muestra cariño que otro pueda manifestarles y, al no obtenerla suelen deprimirse y aislarse.



Es por ello que creo que solo la libertad de dar y recibir afecto, aunado al saber reconocer en el otro el logro y en los otros la libertad y las amistades hace de los hombres y las mujeres tener la capacidad de vivir las amistad y el amor profundo.



Por último, los celos enfermizos jamás serán una clara manifestación del amor hacia algo o hacia alguien, sino un claro factor de inmadurez en la relación afectiva y un verdadero auto-rechazo y auto-marginación.