domingo, 10 de noviembre de 2013

¿Qué es La Red?

Hace unos días para hacer la reflexión sobre una materia que tiene por nombre Cyberteología (que actualmente curso) me dirigí hacia unos amigos haciéndoles una sencilla pregunta ¿Qué es la Red? El grupo no iba más allá de quince personas, así que las respuestas no fueron muy variadas. Tan sólo una persona respondió que era un conjunto de equipos conectados entre sí por cables u ondas; otras dos respondieron que era la oportunidad de entrar en contacto con otros y compartir intereses comunes y, el resto decía, palabras más palabras menos, que era un simple medio de comunicación. Ante estas respuestas me surge otra pregunta ¿Quién tiene la razón? En cierta parte tal vez todos.

Pero la pregunta inicial es ¿Qué es la Red? Y para responderla se echará mano de los últimos cinco Mensajes del Papa Benedicto XVI para la Jornada Mundial de las comunicaciones sociales (2009-2013). Aunque no solo se trata de responder a esta pregunta, sino que también es necesario reflexionar cual debe ser nuestra manera de experimentar y participar de La Red y, como cristianos la manera en que podemos manifestar nuestra Fe en Cristo.

En primer lugar debemos entender en que en las últimas décadas hemos sido testigos de un gran cambio; «en efecto, las nuevas tecnologías digitales están provocando hondas transformaciones en los modelos de comunicación y en las relaciones humanas». Por lo que no cabe duda que nos encontramos ante una nueva generación: la generación digital. Ciertamente La Red tiene muchos beneficios tales como investigar, comunicarnos y entablar relaciones a una velocidad casi instantánea, trabajar, entre otros tantos. Hoy en día las relaciones de este ciberespacio llegan a ser incluso de amistad.

Pero el «anhelo de comunicación y de amistad no puede comprenderse adecuadamente sólo como una respuesta a las innovaciones tecnológicas» sino también desde el punto de vista de Fe. Dios quiere hacer de toda la humanidad una familia. Y para esto Benedicto XVI señalaba tres aspectos básicos en esta nueva manera de hacer cultura: respeto ante la dignidad y el valor de la humanidad, diálogo que esté basado en la verdad y en la honestidad entre las diversidad de personas y pensamientos de este ciberespacio y, amistad teniendo cuidado de no banalizar el concepto y la experiencia de este valor, ante el nuevo auge de amistades on line de las redes sociales; «pues los amigos deben sostenerse y animarse mutuamente para desarrollar sus capacidades y talentos, y para poner éstos al servicio de la comunidad humana».

Cuando hablamos de La red no solo entendemos un medio de comunicación que podemos usar sino también una manera en la que podemos experimentar nuestra convivencia y relaciones, díganse de amistad, laborales, de búsqueda, etc. Entendida de esta manera Benedicto dice que la era digital «debe ponerse al servicio de del bien integral de la persona y de la humanidad entera»; y para esto es necesario actuar con verdad y autenticidad de vida.

Un ejemplo concreto lo tenemos en las redes sociales que cada vez más se convierten en parte del tejido social, en ellas, en especial los jóvenes, se abren con entusiasmo y curiosidad a las nuevas experiencias de vida. En ellas se crean y «establecen nuevas formas de relación interpersonal que inciden en la imagen que se tiene de uno mismo». Por tal motivo ante este nuevo modo de relacionarse debe tenerse presente la autenticidad del propio ser y la calidad del propio actuar; pues «las redes sociales muestran que uno está siempre implicado en aquello que comunica». El Papa apuntaba que hay que evitar los riesgos de «buscar refugio en una especie de mundo paralelo, o una excesiva exposición al mundo virtual. El anhelo de compartir, de establecer “amistades”, implica el desafío de ser auténticos, fieles a sí mismos, sin ceder a la ilusión de construir artificialmente el propio “perfil” público».
La Red por tanto es un espacio más en el cual nos comunicamos y vivimos día a día, los que allí entramos. No sólo es un uso o una herramienta sino es un nuevo sector (digital) en el que podemos expresar y compartir nuestra vida y nuestra Fe; donde la autenticidad y la verdad que apuntaba el Papa es necesaria al igual que en el espacio físico. El envió del Señor “vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio” (Mc 16,15) alcanza también este mundo digital. Pues la Palabra de Dios debe «navegar mar adentro hacia las numerosas encrucijadas que crea la tupida red de autopistas del ciberespacio». Donde el sacerdote debe ocuparse pastoralmente de este campo; pero también cada cristiano está llamado a evangelizar este medio. Es necesario que el fiel-cristiano que está presente en el ciberespacio se empeñe a vivir auténticamente su Fe y comunicar el Evangelio también en el mundo digital.

«Comunicar el Evangelio a través de los nuevos medios significa no sólo poner contenidos abiertamente religiosos en las plataformas de los diversos medios, sino también dar testimonio coherente en el propio perfil digital y en el modo de comunicar preferencias, opciones y juicios que sean profundamente concordes con el Evangelio, incluso cuando no se hable explícitamente de él. Asimismo, tampoco se puede anunciar un mensaje en el mundo digital sin el testimonio coherente de quien lo anuncia. En los nuevos contextos y con las nuevas formas de expresión, el cristiano está llamado de nuevo a responder a quien le pida razón de su esperanza (cf. 1 P 3,15).»

¿Qué es la Red? La red no solo es un conjunto de cables y ondas o equipos conectados como se pudiera pensar, ni tampoco es una sola herramienta que solamente sirve para usarse, sino que puedo decir que La Red es el lugar y las relaciones que hacemos en nuestro tiempo de una manera tal vez no física sino digital, pero que esta es real y verdadera. Pues nosotros somos los que la ocupamos, nosotros somos los que laboramos, nos comunicamos e intercambiamos relaciones interpersonales en este ciberespacio. Y es en La Red donde también debemos dar razón de nuestra Fe y de nuestra Esperanza en Cristo Jesús, de manera autentica y verdadera. Pues tanto niños, jóvenes y adultos nos corresponde «la tarea de evangelizar este "continente digital"».


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Cfr. Mensajes de su Santidad Benedicto XVI para las Jornadas de las comunicaciones sociales XLIII-XLVII; (2009-2013).